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Reloj anular

El reloj anular o benedictino fue creado por un monje de esa orden en el siglo XI. Consta de dos anillos, uno exterior y mas ancho que en la cara externa tiene marcados los meses del año y en la interna la escala horaria y otro mas fino y deslizante en la parte central del primero, que tiene un orificio por el que penetra un haz de luz solar y señala la hora en la cara interna del anillo ancho, al poder moverse permite variar según el mes del año la posición del orificio. Se denominan relojes de altura porque miden la altura a la que se encuentra el sol.

Tan solo sirven para la latitud para la que fueron hechos. Fueron muy populares en los siglos XVI y XVII y se cuenta que Leonor de Aquitania en el año 1152 regaló a Enrique II de Inglaterra uno de oro y diamantes con la inscripción “carpe diem”.
Se encuentran ejemplares de ellos en museos como el Royal Museum Greenwich o el British Museum

El reloj anular se incribe dentro de la categoría de los relojes solares de altura. Es decir aquellos que necesitan orientarse al sol y medir el tiempo con la sola indicación de su altura sobre el horizonte. Conocido el día del año en que se realiza la medida, es decir, conocido el valor de la declinación solar y conocida la latitud en la que se realiza la medida; es posible establecer una relación directa entre altura del sol sobre el horizonte y la hora solar en ese instante. Al practicar en un anillo un orificio y orientarlo al sol se produce un punto luminoso en su superficie interior, este punto luminoso es un indicador de la altura solar si se diseña una escala apropiada en su interior. Dependiendo de la disposición de la escala existen dos tipos de relojes anulares, aquellos que con un orificio fijo muestran una escala de horas dependiendo de la época del año y los que desplazan el orificio a lo largo del perímetro ajustando la altura. En ambos casos es necesario ajustar el reloj al día del año en que se produce la medida.

Este tipo de instrumentos se construye en metal (generalmente latón) con un diámetro que puede ir desde los 3 cm hasta los 15 cm. La anchura no suele pasar de los dos a tres centímetros. Poseen una argolla de pequeño tamaño en su parte superior con el objeto de ser suspendido y orientarse al sol. La orientación es una operación sencilla y se produce cuando al ser suspendido y girar sobre su argolla el intradós del anillo se encuentra completamente en sombra, es precisamente en este instante cuando el punto luminoso indica la altura. En la actualidad es frecuente encontrar ejemplares de este reloj solar en los museos de la ciencia y en alguna tienda de artesanía.A partir de los siglos XIII o XIV este reloj se perfecciona incorporando una franja mòbil que permite desplazar el orificio por el cual pasa el sol. En el año 1985 el Taller Falguera aporta una nueva mejora tècnica : Dividiendo el año en 2 partes, según las estaciones, dando lugar a 2 gràficas horàrias. Esta mejora permite que los números de las horas aparezcan claramente facilitando así su lectura, haciéndolo mucho más precíso.

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